¡No puede ser que el final de Oreimo sea así de casi perfecto decepcionante!

Finalmente he tenido la dicha (o desgracia) de ver los últimos 3 episodios de Ore no Imouto, que terminan de adaptar las novelas del autor Tsukasa Fushimi.

De verdad que afirmo con total certeza y seguridad que faltando poco menos de 5 minutos para que acabara esta gran obra, mi semblante de felicidad y éxtasis fue removido automáticamente, y en su lugar un semblante lleno de odio y decepción se apoderó de mí.

La verdad es que me había cuidado mucho para no spoilearme, lo único que no pude evitar fue spoilearme con cierto beso que hacía que mis ánimos subieran hasta lo más alto del cielo. ¿Vería en Ore no Imouto, al fin, una historia decente de amor entre hermanos con una resolución admirable? Con esos pensamientos y esperanzas fijaba mi atención mientras los episodios se descargaban. Al fin llegó el momento, era hora de ver y juzgar por mí mismo si en Ore no Imouto encontraría un final que cubriera mis expectativas.

Terminé de ver el episodio 14 y dije «wow, de verdad está pasando», no me podía creer que Kyousuke fuera tan en serio para pedirle matrimonio y Kirino-chan tan sincera como para responderle «sí». Estaba en las nubes, no sentía mi cuerpo en la tierra. Me dispuse a ver el episodio 15 inmediatamente.

La cosa se ponía más interesante, solos, en un hotel, jugando eroge de hermanas menores, y Kyosuke sorprende mostrando un anillo de compromiso. Kirino aceptando gustosa. — Finalmente llegan a un acuerdo, decirle a todos que ahora son pareja.

Kyousuke al siguiente día se encuentra con Kanako-chan, quien en medio de todos sus fans y arriba del escenario se dirige a Kyosuke externándole sus sentimientos a todo pulmón. Kyousuke no duda, él ya ama a su pequeña imouto. Por si fuera poco, ya caída la noche Kyousuke se da cuenta que Kirino está durmiendo a lado de él, ¡los dos juntos en la misma cama! – Kyousuke intenta tocarle los pechos pero Kirino se percata de ello y las cosas se ponían super divertidas. – Finalmente en el cuarto de Kirino ambos comparten sus memorias de cuando eran pequeños y se demuestran cuánto se querían desde hace años.

Estaba maravillado, no me podía creer que todo se estuviera ajustando a lo que yo quería. Me disponía a ver el último episodio al instante pero ya era muy noche y por una u otra razón tuve que posponerlo hasta la mañana del día siguiente.

Llegó el gran día, hoy me vería el gran final de Oreimo, mi ánimo no cabía en ninguna parte. Empecé a verlo y todo fue algo tan genial, tan maravilloso, tan mágico… *__*

Hasta que llegó Manami

Quisiera compartirles que Manami nunca fue de mi agrado, jamás la terminé de tragar, sentía una personalidad demasiado melosa y además hipócrita. Y ahí estaba ella, era la batalla final, como bien dijo Kyousuke. Manami iba con toda la intención de romper, destrozar y hacer desaparecer el sueño que nuestra parejita de hermanos enamorados querían hacer realidad. Dando clases de sentido común y siempre con ese semblante sonriente la muy maldita quería hacer ‘recapacitar’ a Kirino y Kyousuke que lo que estaban haciendo ‘no es lo correcto’, que es algo ‘repugnante’ y ‘asqueroso’. Esos minutos en el anime personalmente los viví a tope, quería matar a esa condenada entrometida. Afortunadamente Kiririn-shi estaba ahí y  se encargó de darle unos muy buenos y merecidos golpes a Manami por soltar tantas egocentricidades.

La pelea comenzó porque mi querida Kirino-chan pudo ver claramente a través de la demonio conocido como Manami, pudo darse cuenta que Manami estaba celosa, y se lo restregó en la cara con una elegancia digna de ella. Nanami no soportó que le estuvieran diciendo la verdad y ahí es cuando ambas comenzaron con los golpes.

Yo ya me estaba temiendo que Kyousuke o Kirino se echaran para atrás después de las amenazas de Manami, pero el gozo regresó a mí cuando Kyosuke responde de viva voz a pregunta expresa de Manami «¿Y si te dijera que estoy enamorada de ti?», de la siguiente manera: «Lo siento, ya tengo a Kirino». Manami se retira en silencio, derrotada, como la perdedora que es… – Cuando eso pasó me dije a mí mismo «¡Si, ya han superado todos los obstáculos!»

Babeaba de la emoción, quedaban pocos minutos para que finalizara el último episodio y lo siguiente fue la boda *__* OMG! No podía contener el aliento y cualquiera que me viera haría incapié en la cara de idiota que tenía en ese momento. Luego llegó el momento más increíble y glorioso que un amante del género de amor entre hermanos podía pedir. La unión de los hermanos mediante un beso que representa el todo para ellos.

En ese momento me sentía como el Piojo Herrera (Técnico del Ámerica)  festejando el Título del Futbol Mexicano ante el Cruz Azul.

La alegría y la emoción después de eso me duraron poco, MUY POCO….

Cuando Kirino le regresa el anillo a Kyousuke poniendo un ‘hasta aquí era el trato’ me repateó las bolas. ¿Así que de esto se trataba todo desde un principio, eh? ¿Sólo harían de novios hasta el día de la graduación… Ese era el trato al que habían llegado, cierto? Menuda decepción me había llevado, es como si todo hubiera sido sólo una bonita ilusión…

El estúpido de Kyousuke se había quedado más solo que un perro callejero. Después de rechazar a tantas bishoujos y escoger la ruta de la hermana menor sale con estas estupideces -_- En serio, Kyousuke ¡tienes lo que te mereces! ¡Quédate solo por el resto de tu mugrosa e inútil vida! PFFFF….

Y de paso, esta serie de tres episodios ‘extra’ que planeaba puntuarla con 9 tras ver los primeros dos capis y después alcanzara el 10 con el beso del último episodio, se ve ridículamente disminuida por el final de la historia, que al final es un «pse…» que traduzco como una calificación apenas aprobatoria de 6.

*Review limitada a ( y con los puntos de vista de acuerdo a..)  lo acontecido en el anime*